La amabilidad de los vecinos pone en riesgo la privacidad
La costumbre de confiar en nuestros vecinos para recibir los paquetes que se nos envían por mensajero cuando no estamos en casa está en peligro de desaparecer, debido a recientes multas impuestas a las empresas de mensajería que pueden llegar hasta los 140.000 euros. Este cambio es consecuencia de que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha comenzado a multar a las empresas que entregan envíos a vecinos en vez de al destinatario designado.
Un ejemplo de esto es un incidente de noviembre de 2022 en el que un cliente presentó una queja contra MediaMarkt después de que un repartidor de UPS decidiera entregar su paquete a un vecino, un acto que fue sancionado por la AEPD. En ese caso, la AEPD impuso a esta compañía de reparto cuna multa de 70.000 euros por violar los artículos 5.1 f) y 32 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Hoy, UPS se enfrenta a una multa más severa de 140.000 euros por la misma causa, esta vez por dejar un paquete en un una heladería del mismo edificio sin la autorización del destinatario. La resolución indica que el repartidor, al no encontrar a nadie en la casa, optó por dejar el paquete en la heladería, que amablemente lo recibió para hacer el favor al vecino, y luego envió un mensaje de WhatsApp al destinatario informándole que había dejado su paquete en la heladería de abajo, y continuó con sus entregas.
Estos actos de buena voluntad vecinal, las prisas lógicas de los mensajeros, y las también lógicas ansias de privacidad de los destinatarios conforman un cóctel explosivo que puede conllevar a importantes sanciones económicas.